lunes, 24 de agosto de 2009

Yo, mi, me, contigo

Posted on/at 23:17 by RonMocha

domingo, 23 de agosto de 2009

Free Bird

Posted on/at 23:22 by RonMocha

Había una vez un pájaro, dotado con un par de alas perfectas y plumas deslumbrantes, espectaculares y llenas de color. En definitiva, un animal hecho para volar libre e independiente, para maravillar a quién lo observase. Un día cualquiera, una fémina lo vio, y se enamoró de él. Se quedó pasmada mirando su vuelo, llena de admiración, con el corazón acelerado y los ojos brillantes de emoción. Lo invitó a volar con ella, y ambos viajaron por el cielo con plena armonía. Ella, fascinada, alababa y adoraba al pájaro.

Pero entonces pensó: “¡Quizá quiera conocer sitios distantes, y algún otro pájaro!.” Y la mujer tuvo mucho miedo. Miedo de no volver a disfrutar de aquella sensación con ningún otro ave. Y experimentó envidia, envidia de la capacidad de aletear y alejarse del pájaro.

Y se sintió sola.

En aquel momento pensó: “Voy a colocar una trampa. La siguiente vez que el pájaro venga, no podrá marcharse.”

El pájaro, que también estaba enamorado, regresó al día siguiente, fue sorprendido por la trampa y quedó a merced de la mujer, encerrado en una jaula.

Todos los días ella pasaba horas observándolo. Allí estaba el objeto de su pasión, y se lo mostraba a todas sus amigas, sintiéndose envidiada, le comentaban: “Eres una persona que lo tiene todo.” Sin embargo, se produjo poco a poco una insólita transformación: como poseía al pájaro, y ya no sentía esa necesidad de conquistarle, fue perdiendo el interés. El animal, sin poder revolotear, ni expresar su cualidad en la vida, se fue consumiendo, perdió su brillo, tornándose feo, y ella ya no le prestaba atención salvo para limpiarle la jaula y darle de comer.

Un “buen” día, el ave murió. Ella entristeció, mucho, y no podía dejar de recordarle. Pero no le extrañaba en su jaula, sino sólo el día en que le vio por primera vez, volando dichoso y radiante entre las nubes.

Si pudiese profundizar en sí misma, descubriría que aquello que la fascinaba tanto del pájaro era su libertad, la fuerza de las alas en movimiento, la belleza que evocaba y no su cuerpo físico.

Sin el pájaro su vida también se disipaba, y la muerte golpeó en su puerta. “¿Por qué has venido?”, preguntó angustiada a la muerte. “Para que puedas volar otra vez con él por el firmamento –contestó la muerte-. Si lo hubieras permitido marchar y regresar siempre, aún lo admirarías y lo amarías aún más; sin embargo, ahora necesitas de mí para poder hallarlo de nuevo.”

Y es que amar no es sinónimo de poseer. Amo a quién no poseo, y soy amada por quién no me tiene. Libertad en nuestra entrega… Ésa es la verdadera experiencia de la libertad: tener lo más importante del mundo, sin poseerlo. Tan fácil y casi imposible...

domingo, 28 de junio de 2009

Snatch!

Posted on/at 11:57 by RonMocha

LLUVIA

Posted on/at 11:49 by RonMocha

Lluvia, hoy no te siento.
Hoy no eres nada
mas que agua vertical.
Apenas si te escucho
golpear el pavimento
y llamar con tu clave 
sobre mi ventanal

Lluvia, hoy no eres nada
para mi desaliento
nocturno y abismal.

Cuando era niña hallaba 
en tu canción un cuento,
y ya en mi adolescencia 
me diste un madrigal.
Ahora lluvia tengo
tanta tristeza adentro,
que no me dices nada
solo te oigo golpear.


 

El arte de Amargarse la vida, o...

Posted on/at 11:46 by RonMocha

O esa increíble capacidad que tienen la personas de complicar cualquier situación sencilla de la vida.

O ese afán por menospreciarse y lamentarse de la vida tan desdichada que uno lleva.

O esa tendencia a desear y añorar las alegrías de los demás, sin comprender que no tienes lo que te ha tocado sino lo que consigues con el día a día.

O esa búsqueda continua de la gran felicidad sin saborear los pequeños placeres del día a día.

O el incansable "si yo fuera... tuviera...", acompañado del futurista "y si", sin acordarte que eres un "SOY".

It is better to travel hopefully than to arrive

(Es mejor viajar lleno de esperanza que llegar)

...Una Excusa...

Posted on/at 11:33 by RonMocha

No sé, me importa un pito que las mujeres tengan los senos como magnolias o como pasas de higo;

un cutis de durazno o de papel de lija.

Le doy una importancia igual a cero al hecho de que amanezcan con un aliento afrodisíaco o con un aliento insecticida.

Soy perfectamente capaz de soportarles una nariz que sacaría el primer premio en una exposición de zanahorias;

¡pero eso sí! -y en esto soy irreductible- no les perdono, bajo ningún concepto,

que no sepan volar.

Oliverio Girondo.

martes, 23 de junio de 2009

Ufffffff

Posted on/at 21:19 by RonMocha

Vale, mis últimos post se dedican única y exclusivamente a mis experiencias ginecológicas, o mejor dicho, cómo ginecóloga. Pero es que ahora es casi lo más importante de mi vida o al menos a lo que más tiempo le dedico.

Esta mañana de martes ha sido de locos. En menos de seis horas cayeron seis cesáreas, mi tercer parto, y alguna que otra consulta. Pero me voy a dedicar a una de las seis cesáreas.

Acababa de salir de hacer el parto (Valeria, una niña de 3.700 gramos) cuando suena un timbre mientras una luz parpadea. Algo así como "mueve el culo, aunque no sepas a dónde, porque algo pasa". Un parto vaginal que no avanza y necesita cesárea urgente porque el niño empieza a agotarse. En unos diez minutos todo esta preparado para abrir a la mujer y extraer a ese niño que pasa de nacer (que conste, le entiendo). El simpático Quique (Dr. Varela) me deja de primer ayudante, y parecía que todo iba bastante rápido. Pero cuando mi compañera Cristina ya había abierto el útero para sacar al niño, éste se quedó encajado. Por más que ella lo intentaba, y yo le ayudaba empujando desde la parte superior de la tripa para aumentar la presión, el niño no cabía. Me aparté para dejar a mi adjunto, que con unos fórceps intento cogerle la cabeza para así poder tirar mejor de él. Pero ni con esas. Los fórceps se escurrían, el útero empezaba a desgarrarse y el bebe no cedía. 

Cristina empezaba a ponerse nerviosa, y yo... Uffffff. Que sensación de impotencia. Ver cómo ese hueco no era suficiente para el niño, ver que por más que aspiraba el pequeño tragaba sangre y líquido amniótico. Ver cómo el color rosado del principio iba tornándose en violáceo. Incluso el mismísimo adjunto empezaba a desesperarse porque hasta tres veces intento poner los fórceps sin buen resultado.

Después de un par de minutos (que a mi parecer fueron un par de horas) con el bisturí ensanchó la cicatriz, consiguió desencajar la cabeza y por fin le sacó. Mientras intentábamos controlar la hemorragia, una angustia nos invadía. ¿Por qué no llora? De nuevo, unos pocos segundos parecen infinitos, hasta que el pequeño mocoso cabezón se dignó a hacer ruido. Uffffff.

Creo que han sido los llantos más agradables que he oído en mi vida. Deseaba que siguiera chillando mientras unas lágrimas de emoción se fundían con el sudor de los nervios.

Ufffffff.

PS- Al terminar todo fui a ver al niño, y salvo una cabeza inmensa de fábrica y un pequeño rasguño en la oreja por los fórceps, el pequeño Hugo está perfecto :) Y la madre también.

jueves, 11 de junio de 2009

Pacientes, Pacientes, y Más Pacientes

Posted on/at 11:09 by RonMocha

Mi segunda guardia. Y aunque a veces aún me siento en mi época de estudiante, poco a poco voy cogiendo soltura para hablar con el paciente, entendiendo los registros y los tratamientos que se prescriben, empezando a conocer cuál es el siguiente paso en la cesárea, o poniendo palabras a ese cérvix que estoy palpando.

Pero hoy no voy a hablar de mi segunda guardia. Más que nada porque no tengo palabras para definir el CANSANCIO del día de ayer. Asistente de diez cesáreas, de 110 consultas, el drenaje de un abceso mamario, tres legrados...

Después de 24 horas sin parar, aún tenemos que aguantar a pacientes que se quejan una y otra vez del tiempo que llevan esperando. Y siempre nos han dicho que nos pongamos en la piel de los enfermos, pero es que muchos no lo son. Y la carga asistencial es tan grande que no se puede evitar que los auténticos casos ginecológicos se demoren. Aún así no suele pasar más de media hora desde que la paciente acude a admisión  hasta que pasa a consulta. Pero claro, ninguna quiere marcharse sin un análisis de orina, o uno de sangre y lo siento, sólo somos médicos.

No tengo ni idea de cómo serán el resto de los servicios de mi hospital, pero si sé cómo es el mío. Un NO parar. Y a veces hay que dejar de lado la consulta porque una mujer está de parto, y esa si que no espera a nadie. Así que, queridos pacientes, les prometo aprender mucho y rápido para poder atenderles lo antes posible, y a cambio, sólo les pido un poco de paciencia.

lunes, 1 de junio de 2009

Primer Día En Urgencias

Posted on/at 22:20 by RonMocha

Dicen que trabajar es cansado, y muy difícil. Debe ser que ha sido mi primer día pero cuando me dio por mirar el reloj eran ya la una de la tarde. ¡Así que tan contenta!

Para empezar he sido segunda ayudante en dos cirugías en quirófano. Dos niños, y bien preciosos (cómo casi todas las cesáreas, donde no sufren el trauma del parto vía vaginal).

Además, contra todo pronóstico (después de ser acusada de inhibir los partos al bloquear la liberación de oxitocina -hormona que evoluciona el parto-) también he presenciado un parto vía vaginal instrumentalizado, con una episiotomía de aquí a Roma, pero con unas compis que trabajan genial, y le han dejado el tema a la mujercilla cómo si no hubiese parido.

Y para no olvidar mi primer día de trabajo, el techo de una sección del hospital se ha derrumbado. No ha sido nada salvo el ruido que hizo, y que casi nos pilla :O

Y para terminar las novedades de la semana, mañana día dos de junio, mi primera guardia. De 24 a 28 horas seguidas en el hospital, con posibilidad de dormir... ¿cuatro horas? ¡Qué optimista!. Aún así tengo unas ganas locas, porque he aprendido más en un día de trabajo que en dos meses de prácticas de estudiante, y mañana muuuucho más!